TIMOS O ESTAFAS

domingo, 16 de agosto de 2009




Aquí os dejo unos cuantos timos o estafas más habituales, porque nunca va mal saberlos

Timo del nazareno:

El delincuente crea una sociedad con la cual realiza una serie de compras de pequeño valor a un empresario. El estafador paga con rapidez y en efectivo. Una vez ganada la confianza de la víctima, el nazareno hace un pedido de mucho más valor, que esta vez paga con letras de cambio o pagarés. Luego, el nazareno revende la mercancía y desaparece.

Rip Deal:
Los delincuentes buscan anuncios en la prensa de ofertas de bienes de alto valor y muestran a la victima su interés por adquirir su propiedad. Se presentan como acaudalados empresarios extranjeros con identidades fáciles de comprobar por Internet para convencer al pardillo. A su vez, alegan estar interesados en realizar fuertes inversiones inmobiliarias en el país. Antes de cerrar el trato de la compra, ofrecen a la victima la posibilidad de hacer un cambio de moneda y lavar billetes extranjeros o de 500 € por los que la víctima percibirá un 20% de comisión. Luego intercambian maletines con dinero falso.

Timo del pariente:

El estafador se dirige a un pensionista que sale del banco de cobrar su paga y lo aborda como si lo conociese de toda la vida. Le cuenta que el es un sobrino u otro pariente que hace mucho tiempo que no ven. La victima queda convencida y el delincuente le pide una importante cantidad de dinero para pagar una deuda o adquirir algún objeto. Si la victima pica, ese mes se queda sin pensión.

Cartas nigerianas:

Los delincuentes envían una carta por correo electrónico desde un país de África en guerra donde ofrecen a la victima custodiar un millón de dólares para ponerlos a salvo. A cambio, primero debe adelantarles una fianza.

El timo de la estampita
Es una estafa tradicional, en la cual la víctima es abordada por un estafador con supuestas escasas facultades mentales (el tonto). El tonto lleva consigo un sobre lleno de billetes, a los que no da ninguna importancia, tratándolos como estampitas. Entonces entra en escena un segundo timador (el listo), que convence a la víctima para que juntos engañen al tonto ofreciéndole una pequeña cantidad de dinero por sus estampitas. Después de entregar el dinero, la víctima recibe el sobre, pero cuando lo abre, en lugar de encontrarse los billetes, encuentra recortes de papel, ya que han hecho el cambiazo de forma imperceptible para la víctima (requiere de una cierta habilidad). Para ese momento, los estafadores ya están demasiado lejos, y la víctima ha perdido su dinero.

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